“No tengo prisa”
La frase más épica (y peligrosa) de algunos “vendedores” de vivienda. Aunque, más que vendedor… perdedor. De dinero, de oportunidades y, sobre todo, de tiempo.
Hay propietarios que en base a la poca oferta y la alta demanda, inflan el precio de su vivienda hasta niveles desorbitados. Y sin entrar más a detalle sobre la situación del mercado ni contar con otros factores en juego, entienden que ya son “expertos”. Piensan que su comprador ideal aparecerá mágicamente, pagará sin rechistar y, por supuesto, al contado. Como si los bancos, los tasadores y la realidad del mercado no existieran.
Pero en el sector inmobiliario, la fantasía dura poco. Y cuando ignoras el criterio de un profesional, te pasan cosas como estas:
Fase 1: El espejismo
Recibes llamadas y visitas… pero ninguna oferta seria. Solo estás atrayendo turismo inmobiliario. Y en el peor de los casos, ni eso: el barrio se ríe de tu precio inflado y las únicas llamadas que recibes son de agencias (a pesar de tu cartel de “ABSTENERSE INMOBILIARIAS” en mayúsculas).
Fase 2: El fantasma del portal inmobiliario
Tu anuncio se convierte en parte del paisaje. La gente lo ve, pero nadie lo considera una opción real. Resultado: tu vivienda pierde valor a ojos del mercado.
Fase 3: El autoengaño
“El mercado está equivocado, no yo.” Pero la ansiedad empieza a hacer su trabajo.
Fase terminal A: La retirada
“Para malvender, no vendo.” (Déjame decirte algo: si has llegado a este punto, nunca quisiste vender realmente).
Fase terminal B: El desastre
Cedes. Bajas el precio. Y, al final, terminas aceptando una oferta por debajo del precio real, impulsado por la desesperación, el miedo y los errores de negociación. ¡Felicidades! Acabas de perder dinero.
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Estas son solo algunas de las etapas por las que pasan quienes creen que vender una casa es un juego de ensayo y error. Pero la realidad es otra: vender con éxito requiere experiencia, conocimiento, herramientas y objetividad.
Si te reconoces en alguna de estas situaciones, rectificar es de sabios. Y si no tienes la preparación para una venta exitosa, lo mejor que puedes hacer es rodearte de un profesional que sí la tenga.
Elige bien. Es una inversión que marca la diferencia.
Si quieres que te ayude, contáctame y hablamos de tu caso